11.22.2010

Sigo siendo el mismo.

Mismos errores del pasado. Mismas estupideces del ayer. El mismo tonto tropezando una y otra vez en la misma piedra.

El día que consiga decir "hasta aquí" y cambiar hasta ser la persona que realmente quiero ser, será un sueño hecho realidad. El de hoy puede que sea un punto de inflexión que me lleve a tomar ese camino. Tengo ganas de ser quien deseo ser, sin peros ni complicaciones. Sólo ser yo y no arrepentirme de lo que he hecho la hora anterior. Quiero hacer las cosas sin temor a equivocarme, sin presión por las consecuencias del posible error.

Y lo haré.

11.15.2010

Hoy me apetece llorar.

Hoy me siento como una mierda entre muñecos de carne y sudor. Es uno de esos días en los que las cosas no es que no salgan bien, es que salen fatal. Si el día tiene veinticuatro horas yo llevo veinticuatro pésimas horas cagándola una vez tras otra, creo que es récord. Es uno de esos días en los que realmente no merece la pena levantarse. Es como si la ley de Murphy se me hubiera tatuado en la frente y debiera cumplirse segundo a segundo.

Por otro lado creo que ya iba siendo hora de tener un día de estos. Llevaba mucho tiempo con un estado de ánimo bueno y ya eran demasiados baches pequeños. Es como si todo lo malo se hubiera ido acumulando en mi mente y ha tenido que explotar hoy. Es como si hoy nada ni nadie fuera capaz de hacerme sonreír.

Supongo que mañana será otro día y espero que no otro día igual.







Y si la vida es un instante, hoy quiero olvidar que existo...

11.02.2010

Divina debilidad.

Bien lo sabes: ese demonio cobarde que llevas dentro a quien complace juntar la manos y cruzar los brazos, y sentirse más cómodo. Ese demonio cobarde te dice: ¡Existe un Dios!

-Friedrich Nietzsche

El miedo nos hace débiles y cuando esto sucede buscáis algo tras lo que salvaguardaros. La muerte aniquila la valentía del ser humano, desmorona la fuerza vital de cada persona. Es en esos momento cuando el rezo a una divinidad se convierte en vuestra única salvación. Da igual el nombre: Yavhé, Ala, Buda... Farsas destinadas a fortalecer la mente del hombre débil. La incapacidad para seguir adelante ante las adversidades os hace resguardaros tras el manto sagrado de algún dios. Burdas invenciones para paliar vuestras cobardías.

Es más fácil aguardar arrodillado al borde de la cama, rezando para que el curso de algo tome el buen camino. Es más sencillo ser conformista, cruzarse de brazos y confiar en que algún ente sobrenatural consiga solucionar todos vuestros problemas. Es más cómodo escudarse en alguna venenosa religión.

Valiente engaño estúpido.
Imbécil divina debilidad.


10.18.2010

Ira y revolución.

La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.

-El club de la lucha.

PD: en breves volveré. No sé ni cómo ni con qué, pero lo haré.

10.06.2010

Lunívoro.

Deseándose en silencio. Entre risas, cojines y juegos de manos. Burdas excusas para comenzar una loca aventura. Sus miradas lo atraían, lo envolvían en un halo de seguridad. Sus palabras emanaban dulzura en cada sílaba que emitían. De su piel florecía sexualidad desde cada poro. Sus lunares parecían pedir ser devorados, eliminados de su cuerpo a bocados de pasión.

Y cuando sus labios entraron en contacto con los suyos, se oscureció el universo. La habitación quedó envuelta en una nube de deseo que los contagiaba de pies a cabeza. Cuando separaron sus bocas, se miraron a los ojos. A los dos segundos apareció una sonrisa en la cara de ambos, una muestra de amor y felicidad. Una prueba inequívoca de que el amor aún le tenía reservada una grata sorpresa.

9.18.2010

New life.

Siempre he dicho que para mí el año no acaba ni empezaba el día de Nochevieja, sino cuando comenzaba un nuevo curso o temporada. Necesito cambios, de todo tipo. Sentimentales, físicos, mentales, de amistad, de estudios... Y los necesito ya. El lunes empieza un nuevo ciclo de mi vida. Voy a intentar mejorarlo todo, es mi propósito para este año. Intentaré darlo todo, a cada instante que pueda.

Es momento de dar un giro en mi vida y prefijar su destino como yo quiera. Ahora o nunca, y va a ser ahora.


9.12.2010

Welcome to the capitalism.

Al final todo se reduce a la cantidad de ceros de tu cuenta de ahorros. No importa qué, cómo, dónde ni cuándo. Lo único importante es si puede comprarse. Y a día de hoy, todo puede comprarse. Incluso el alma, el corazón y los principios.


9.03.2010

Sin girl.

Ella tiene un don. Es capaz de hacerle volar con tan solo estar cerca suya. El roce de sus manos femeninas con su cuerpo lo hace soñar. Las miradas que le irradia lo hacen encogerse en un mundo lleno de felicidad. Sus palabras son diferentes, no son románticas, pero lo hacen enloquecer. El vaivén de su cuerpo mientras camina lo hipnotiza. Haga lo que haga, consigue dejarlo en shock.

Él se pierde en la inmensidad de su ser, en busca de su corazón maldito. Ese corazón envenenando por el miedo y que, inconscientemente, la maniata encarcelándola en una prisión llamada "Desamor".

Ella es su droga, su perdición. Ella es su adicción, su eterna lucha. Su irremediable pecado mortal.



8.27.2010

The world is mine.

¿Nunca has tenido la sensación de manejar a la perfección lo que fluye a tu alrededor? ¿Nunca has notado que puedes tergiversar como te plazca lo que sucede cerca tuya? ¿Nunca has sentido que eres capaz de dominar desde alfa hasta omega con el tacto de tus pensamientos?

Es una sensación tan irreal como placentera. Es una manera increíble de ser feliz flotando sobre la suave tela de la mentira. Y es aquí donde entra un gran dilema existencial: ¿verdad o felicidad? La respuesta es demasiado bipolar y variante. Depende del día, la hora, el clima, el lugar, las personas, los sentimientos, los pensamientos, lo que bebes y comes, la ropa que llevas puesta y un sin fin de variables.

Pero hoy, a las 3.44 de la madrugada de un precioso 28 de agosto, me siento indestructible. Siento que el mundo es mío.




8.23.2010

Estrellas.

Tres y diez de la madrugada. Una playa perdida, sin arena. El suelo estaba repleto de piedras y mis venas, a su vez, de alcohol. La borrachera iba bajando ya y, durante el inicio de esa fase en la que entras en el bajón típico de cada fiesta, me recosté cerca de la orilla. El mar despedía su inconfundible olor a sal y el viento congelaba mis pies desnudos. Las piedras del suelo quebraban todos los músculos de mi espalda y haciendo retorcerse a mi columna en busca de una posición cómoda. Bebí un trago de ron con Coca-Cola y miré al cielo. Estaba cubierto de infinidad de estrellas. Hacía tiempo que no veía una imagen tan bonita.

Comencé a recordar cosas del pasado que me hicieron feliz mientras las vivía y sonreí por un instante. Me dí cuenta de que a pesar de que la vida es muy puta, nos reserva pequeños momentos de alegría para recordar eternamente. Y es que cuando la cosa no marcha bien, nunca está de más mirar atrás en nuestra vida y darnos cuenta de lo que fuimos capaces de hacer: ser felices.

8.13.2010

Rubí en dos dividido.

Susurra al oído de los afortunados las palabras de la perdición. Evoca los sentimientos más escalofriantes de miles de formas diferentes. Roza lentamente la piel con la suavidad del terciopelo. Besa eternamente en la memoria de los que la desean.

Fue y es inspiración de poetas, la flaqueza de todos los enfermos de amor. Es contactar con su parte más externa uno de los más grandes deseos jamás experimentados por el ser humano. Pasión pura y ardiente, ansiedad por morderla hasta el ocaso de la vida. Y cuando esto se consigue, se convierte en la droga más adictiva e insaciable.



Es tu boca, rubí en dos dividido.

8.10.2010

Embraces.

La vida está llena de pequeños detalles, pequeñas maravillas que alimentan nuestra felicidad. Sonrisas, amaneceres, miradas... y abrazos. Según el diccionario estos son: muestra o gesto de afecto que consiste en estrechar entre los brazos a una persona. Y como de costumbre, el diccionario se queda corto para describir una acción sentimental.

Un abrazo va más allá de una simple muestra de afecto. Significa unión entre dos personas. Muestra el amor, fraternal o romántico, entre dos almas. Es el acto humano que aúna los sentimientos que brotan de dos cuerpos. Es bienestar, calma, paz, aislamiento, seguridad... Es encontrar durante el tiempo que dura una de esas felicidades que esconde el mundo.


Y es que, dudo que haya cosas mejores que dar un gran abrazo a una de esas personas que quieres con el corazón.

8.06.2010

Violento mar.

Se quedo mirándola cuando ella veía en la televisión alguna mala serie de dibujos animados. Los dos sabían por qué estaban allí. Los dos tenían el mismo objetivo aquella mañana: sonreír mientras estaban juntos.

Comenzaron los juegos. La lucha por el mando de la televisión sólo fue una mala excusa para empezar a rozarse el uno con el otro. Sentir la piel de ella junto a la suya fue una sensación que echaba de menos desde hacía tiempo. El olor del perfume de su cuello lo colocaba, lo hacía viajar a través de un mundo imaginario en el que reinaba la felicidad.

Justo cuando el juego iba a convertirse en verdadera acción, sonó su teléfono móvil. Tenía que marcharse. La historia de sus miradas se quedo en la introducción de una bonita novela romántica de la que se desconoce el final. Ahora, sólo le queda jugar bien las cartas que le ha proporcionado el destino. Aún así, es ella la que tiene el timón del barco que surca el mar de los sentimientos que los une.

8.03.2010

Café suizo.

Ocho de la mañana. Se enfundó una chaqueta de cuero para evitar el frío invernal que habitaba en tierras suizas. Salió de casa entristecido, absorto en la pesadez de su vida. Seguramente era la soledad, aunque también podría ser el clima lo que estaba congelando su alma. Hacía tiempo que no era capaz de sentir el calor humano.

Comenzó a caminar cabizbajo, sin mirar a la cara de las personas que se cruzaba. Sólo veía pies, zapatos que caminaban rápidos sobre los adoquines de la calle. Esos pies al menos tenían prisa por vivir, los suyos apenas querían seguir avanzando. Se sentó en la misma cafetería que venía haciéndolo desde hacía seis años. Cuando el camarero vino ni siquiera lo dejó hablar, directamente pidió un café.

Bebió lentamente, el café estaba caliente. Si hubiera tenido algo de fuerzas en su interior hubiera exigido al camarero, pero ni tan siquiera se veía capaz de eso. Miro hacia la calle a través del cristal que estaba a su izquierda, nada parecía que fuera a cambiar el rumbo de su vida. Tomó otro trago de café sin esperanza de aumentar la temperatura de su interior.

Miró hacia su derecha, la barra de la cafetería estaba allí. Detrás, tres máquinas de café hacían vibrar el estante donde se sostenían mientras expulsaban litros de ardiente oro negro. En el momento que iba a pedir la cuenta al camarero, algo evitó que levantara su brazo.

Piel pálida, fría. Ojos claros, rozando el azul del cielo que los vigilaba. El color rubio se hacía dueño de su cuello y espalda, su cabellera lisa era lo más parecido que él había visto a la perfección. Llevaba puesto un jersey azul, algo más oscuro que sus ojos, y un pantalón negro ceñido a sus piernas. Su vestuario terminaba en unos vertiginosos tacones negros que hacían tambalearse al universo.

Ella, con su majestuosa entrada en la cafetería, había evitado que hubiera pedido la cuenta. Estuvo mirándola durante cinco minutos, sin parpadear, mientras ella bebía un café con leche sentada en una mesa frente a él. Ella ojeaba un viejo libro, arañado por el paso de los segundos. En un breve instante, levantó la mirada y vió como la observaba. Él, sorprendido, bajó la cabeza y se quedó mirando la taza de café vacía que le servía de excusa para mirarla.

Pasados unos minutos, ella se levantó. Agarró su bolso y comenzó a caminar hacía la salida, situada detrás de él. Cuando estaba pasando por al lado de su mesa, dejó caer un papel sobre su mesa. Él se quedo paralizado mientras ella salía por la puerta de la cafetería. Cuando consiguió reaccionar, miró hacía atrás y ella ya no estaba. Cogió el papel que había dejado sobre la mesa y lo observó. Se quedo atónito. En él había un número de teléfono. Debajo de éste, ella había escrito:

Las sonrisas son la luz que ilumina los días oscuros y ensombrecidos.

Sonrió al leerlo. Por primera vez en meses sentía algo más que el viento helado de las calles de Ginebra. El calor del latido de su corazón acelerado comenzaba a descongelar el alma de un anónimo extranjero solitario.



8.02.2010

El poder de la sencillez.

Ella se sentó a su lado y comenzó a jugar con sus manos. Los cruces de miradas acompañados de sonrisas eran cada vez más violentos. Las cosquillas de él sólo fueron una excusa para tocar su cuerpo. Las caricias en su espalda, sólo una muestra de cariño.

Ella recostó su cabeza sobre su pecho, lo miró fijamente y después volvió a apoyarse en él. La besó en la mejilla y se incorporó. Las líneas paralelas entre sus ojos eran algo similar al muro de Berlín: indestructibles. Él le acarició el cuello y se fueron acercando, poco a poco, centímetro a centímetro. Cargaron el peso del momento en sus almas y se besaron.

Fue una décima de segundo, una fracción ínfima del tiempo completo de sus vidas. Algo a priori insignificante se convirtió en uno de los mejores momentos de sus vidas. De ahí a la eternidad. El poder de la sencillez.

7.31.2010

Adiós mujeres.

Hay mujeres que escapan, que huyen. Otras que, por agotamiento, marchan cabizbajas. Hay otras mujeres que lo intentan pero que derrotadas terminan por asumir su fracaso. Otras que jamás estarán a nuestro alcance.

Un buen día, una grandísima amiga me dijo:

"Eres igual de estúpido que los demás chicos, ¿sabes?Así claro que no vas a llegar a ser especial para nadie. Porque tienes la mayor oportunidad, ¿sabes? Tienes a la chica que tanto quieres, la tienes contigo, y ahora mismo, en este momento, tienes el poder de cambiar sus ideas sobre ti. Puedes llegar a ser el más perfecto que pase por su vida y te estás dejando perder. Ya lo das todo por perdido."

Aquello se perdió. No cambie sus ideas sobre mí. Así que sí. También hay otras mujeres que, estúpidamente, dejamos escapar. Y es que hay mujeres que vuelan libremente como las comentas por no agarrarlas bien fuerte y sólo dejan su forma y colorido en nuestro recuerdo.


7.12.2010

Creatividad.

Como cada verano, vuelvo a los malos vicios. Y es que me encanta acostarme a las cinco o las seis de la mañana. Haciendo lo que sea: viendo una serie, leyendo, intentando aprender, escribiendo, dibujando... Es genial. Siempre lo he dicho y siempre lo diré: a partir de las doce de la noche sale lo mejor que hay en mí. Es como si desde esa hora en adelante todo fuera más bonito y mi cabeza más creativa. Como si de repente le pegara una patada a lo usual y todo fuera mucho más surrealista.

Que agradable es caminar sobre la alfombra roja de la inspiración.

7.01.2010

Ni un céntimo.

Recuerdo la última evaluación de cuarto de la ESO. Según el orientador del instituto, mis probabilidades de aprobar bachiller eran, puestas bajo los resultados de los test, bajas. Recuerdo el final de la primera evaluación de primero de bachiller: tres asignaturas suspendidas. Decían que así iba a repetir curso. Recuerdo septiembre del año pasado, antes de empezar segundo de bachillerato. Decían que era una locura estudiar segundo de bachiller, entrenar dos equipos de baloncesto y jugar en otro. Recuerdo el suspenso de matemáticas en la primera evaluación de segundo de bachiller. Se comentaba que a ese paso iba a quedarme sin aprobar. Recuerdo la semana antes de selectividad. Se sorprendían al decirles que aún no había empezado a estudiar.

Ahora todo ya es agua pasada. Ahora recuerdo yo como el 24 de junio, con bachiller aprobado, veía la nota de selectividad en la página de la universidad de Murcia. Aprobado, ese era el veredicto. La nota, mediocre, era lo que menos me importaba. Me importaba más, no sé si por orgullo o coraje, haber cerrado tantísimas bocas. Haber mandando a la mierda el tópico de "si estudias el día de antes suspenderás". Haber demostrado que, haciendolo a mi manera, había podido.

Nadie daba nada por mí. Ni tan siquiera un pequeño aliento cuando iba agotado. Todos me empujaban contra las llamas del infierno. Nadie se atrevía a darme ánimo porque pensaban que el final sería pésimo. Nadie daba ni un céntimo por mi forma de actuar, ni por mí.

Esta mañana, cuando rellenaba la preinscripción de la universidad, pensaba en todo eso. Me he acordado de todos y cada uno. Y, viendo como ha acabado esta aventura, sólo he podido sonreir. Como bien dicen en los rascas de algunos productos cuando no has conseguido el premio: "por favor, vuelva a intentarlo". De mientras, gracias por jugar.





Algunos me aconsejaban que me rindiera o que me callara,
yo era el dedo en el culo de todo aquel que me cruzaba...

6.29.2010

Sonrisa de tercipelo.

Creo que en esta vida son pocas las cosas que te hacen ser feliz. Hay una que, cuando aparece, lo consigue. Y es ver sonreír a una persona. Saber que ella, en ese preciso instante, es igual de feliz que tu. Tener conocimiento de que disfruta del momento y se olvida del resto de cosas por unos segundos. Será por esa brevedad que la rodea o por la dificultad que atañe conseguirla, pero robarle a una persona una sonrisa es algo precioso. Ver el brillo de sus ojos y sus labios extendidos de oreja a oreja es, cuanto menos, una de las maravillas de este mundo.



Sonríeme.

6.26.2010

Electricity.

Te hablo de electricidad. De tocarnos y sentir calambres por todo el cuerpo. Esa sensación de que todo es inferior a los contactos que hay entre tu y yo. Y no temer el perdernos en la tormenta que se forma entre tu boca y la mía...


6.22.2010

Silencio, se rueda.

No apreciamos la ausencia de palabras. No sabemos, con certeza, los placeres que entraña aquel desconocido llamado silencio. Todos hablamos, escribimos, gritamos, opinamos, criticamos... pero nadie calla. Nadie espera en la sombra, en el silencio.

Tenemos el eterno vicio de querer decir más que el otro y olvidamos que hay cosas que es mejor no decir. Porque, que precioso es el silencio. Y además, que de cosas, paradójicamente, es capaz de decir. Hay silencios que no dicen nada, silencios tras la humillación, silencios tras una pregunta comprometedora, etc. Pero hay uno, que devora el alma de a quien se le otorga. Ese eterno silencio que para la otra persona es amargo y duele más que cualquier palabra, duele más que cualquier puñal en su corazón. Un silencio que es veneno en su mente.

Aprendamos del cine porque la película de nuestra vida ha comenzado a rodarse. Guardemos silencio.

6.12.2010

Desenmascarar sus misterios.

Me gustaría sentarme a conversar. Tenerla delante, desenmascarar sus misterios. Querría mirarla a los ojos y comprender como es, saber que se esconde tras su piel. Hacerla humana rompiendo su coraza de sentimientos indiferentes...






Mi vientre se convierte en primavera,
de repente se rompen las reglas... de la gravedad.

6.07.2010

Aprender del ayer.

El secundero devora ferozmente mi vida a cada segundo que atrapa con sus garras. El rechinar del mecanismo imparable del tiempo resquebraja mi cerebro. Doy por supuesto que luchar contra lo invencible es estúpido, intentar ganar a lo inquebrabtrable es utópico. El devenir del tiempo es incotrolable e imposible de detener. Pero quizás no sea tan demente añorar el ayer, intentando arañarle al recuerdo sonrisas del pasado. Quizás no sea tan absurdo aprender de los errores anteriores. Y es que detesto a los que olvidan su pasado de la misma forma que la arena del desierto escapa sobre la mágica alfombra del viento. Porque el tic tac corre y nos hace, en ocasiones, desesperar en un mundo imaginario de sueños que nunca llegaron a vivirse. Pero también ayuda a no tropezar de nuevo con las mismas piedras que han lastrado nuestro camino.


No seamos estúpidos, aprendamos del ayer.

6.03.2010

Mientras...

Mátame con tu mirada,
Hazme sufrir con tu cuerpo,
Destrúyeme con tus hadas,
Mientras, llévame al infierno.

Revíveme con tu boca,
Hazme sentir con tu pelo,
Sofócame sin tu ropa,
Mientras, elévame al cielo.


PD: en los momentos más extraños acude, que inesperable es Inspiración. Y para unas pocas veces que viene, no le vamos a hacer el feo.

5.31.2010

Un "hasta luego".

Voy a hacer un pequeño experimento hasta que terminé la selectividad. Son algo más de dos semanas, diecisiete días. Diecisiete días sin nada ni nadie. Sólo con el contacto de algunos compañeros de clase, del baloncesto y de los más importantes de mi familia. Quiero saber lo que es alejarse, de todo y de todos, y volver. Quiero saber que me voy a encontrar a mi vuelta. Quiero encontrar algunas respuestas a tantísimas preguntas que tengo. Quiero ver si la gente que me rodea me quiere tanto como dice. Quiero encontrar soluciones a muchos problemas.

A la vuelta hablamos. Nos vemos.

5.18.2010

Un mundo mejor, un mundo feliz.

Se recuesta sobre su cama, harta del mundo y cansada de la rutina. Sus ojos se cierran y cae el telón de lo consciente. Es momento de la imaginación.


De repente, abre los ojos. Su habitación oscura es ahora verde y está repleta de luz y calor. Sin previo aviso, el colchón de su cama estira sus patas y comienza a caminar. Todo lo que le rodea parece tener vida propia. El colchón empieza a bajar las escaleras del primer piso y se coloca frente a la puerta principal de la casa. La enorme lámpara de pie que antes parecía un palo de hierro inservible, ahora estira uno de sus brazos y abre la puerta. El colchón sale a la calle, con ella encima, e inexplicablemente despliega dos enormes alas color violeta. El colchón comienza su vuelo y asciende varias decenas de metros sobre el suelo acompañado de miles de lápices de colores. Desde allí, la chica puede ver la ciudad y no reconocerla. Todo está cambiado, las tenues luces grises de las calles ahora son de color azul y los claxones de los coches, graves y ensordecedores, ahora suenan como cantos de sirena. La gente camina por la calle dando saltos de júbilo y alegría, sin lugar para las preocupaciones ni los problemas. Los niños pequeños corren por las plazas sin el temor de sus padres ante violadores o ladrones. La gente es feliz, la ciudad está llena de colorido y sentimientos de bondad, amistad y amor.


Y de repente, tal y como comenzó ese viaje, todo se desvanece. La chica despierta alterada por la alarma de su móvil. Son las siete y media de la mañana de un nuevo día. Por suerte, recuerda lo que ha soñado y sonríe levemente. Piensa que conseguir un mundo así es imposible, útopico y estúpido de perseguir.


A los cinco minutos, cuando está preparándose su leche con cacao antes de marchar al instituto, se sienta en un taburete de la cocina y piensa: quizás, si lo intentase, dejaría de ser imposible. Cuando termina con su desayuno, sale de casa hacia el instituto con una sonrisa enorme, dispuesta a conseguir su sueño y el de otros muchos: un mundo mejor, un mundo feliz.

5.12.2010

Dreams

Aquella tarde él la envolvió en una burbuja de erotismo en la que el placer y el deseo fueron sus compañeros de viaje. Él acarició cada recoveco de su cuerpo en busca de la perfección, porque sabía que estaba en su cuerpo. Y la encontró. En el lado izquierdo de su pecho, justo debajo de su clavícula descubierta, estaba su más absoluta perfección: su corazón. Sentía como latía fuertemente, como si fuera a hacer explotar su cuerpo en mil pedazos.

Y justo en ese instante, cuando iba a encontrarse con lo que llevaba anhelando desde hace dos años, despertó. El despertador hizo acto de presencia con su desagradable ruido metálico y todo desapareció. La más absoluta realidad pasó a ser un simple deseo cohibido del inconsciente. Rescostó su cabeza sobre la almohada y se quedo mirando al horizonte a través de la ventana. Soñando despierto.

Pobre ignorante esperanza...



Tell me what you know about dreamin’ dreamin’...

5.08.2010

Quería...

Él quería darle los besos más dulces que jamás nadie le había dado. Quería darle la mejor de sus sonrisas. Quería acariciarla como nunca antes lo habían hecho con su cuerpo. Por querer, quería hacerla soñar, que supiera lo que era el cariño. Quería no alejarse más allá de dos centímetros de sus labios mientras la miraba a los ojos. Quería tocar su pelo y hacerla suspirar. Quería jugar con sus manos. Quería...



Y ya, nada vale.
Ella se perdió en la inmesidad del mundo.
Él se perdió en la flaqueza de su ausencia.

4.17.2010

Amaneceres.

Hoy es una de esas mañana extrañas en las que te apetece escribir. Hace como una hora que llegué a casa tras una larga fiesta de noche y discoteca. En general bien, la verdad, pero como bien dicen: toda bonita historia tiene un gran final.

Cuando ya volviamos en el autobús, dos medio tontos nos hemos propuesto con un par de amigas ir (obligarlas) a la churrería. Estaba cerrada, gran cagada,asi que hemos ido a una panadería de cerca y hemos cogido unas napolitanas.

Hasta ahí, todo "normal". Pero cuando estaba apoyado en una vieja C15 esperando a que el padre de una de las muchachas viniese a por ellas, he alzado la mirada y me he alegrado: el Sol comenzaba a salir un día más, Puede ser una verdadera estupidez, pero siempre he considerado un placer humano poder ver un bonito amanecer con gente importante al lado.

La noche ha dejado de ser oscura para dar paso a una mañana despejada después de la lluvia de ayer. De vuelta a casa ya, sólo en el trayecto durante algunas calles, he pensado: bendita maravilla. El suelo estaba húmedo, el Sol comenzando a aparecer y las farolas alumbrando con su luz artificial. Las estrellas se marchaban cogidas de la mano de la Luna y yo me alegraba como un niño pequeño. Por primera vez en mucho tiempo las calles me han clamado la palabra "libertad". Y es que, que ganas tenía de escucharla...

He sonreido ante la situación. Necesitaba hacerlo. Necesitaba cambiar el chip de mi mentalidad y tener un mínimo halo de felicidad. Sé que será breve y que pronto volverá a la negativista rutina. Pero igual que escribo cuando la tristeza me abruma, también he de escribir cuando la vida consigue hacerme reir a mi sólo en una calle vacía.

Y es que no hay placeres tan bellos como el de ver amanecer con una camisa puesta y las venas plagadas del alcohol y amistad. Gracias.

PD: hay roces entre manos en las que sobran las palabras.

4.08.2010

Quemando penas.

Llego a casa después de un agotador día de trabajo. Está a oscuras, apagada, como si la luz no quisiera aparecer hoy.

Cojo un vaso de cristal y echo algunos cubitos de hielo en él. Camino hasta el comedor, con la mirada apagada. Mi cuerpo está cansado, pero mi mente aún más. Abro uno de las puertas centrales del armario. Dudo entre ron cubano y whisky escocés. Me decido por el último, necesito algo que queme mi voz y oscurezca mi alma.

Me siento en el sillón de cuero marrón. Hace tiempo que no enciendo la televisión, me parece inservible. Tampoco quiero música, algo extraño, pero el momento creo que no lo merece. Sencillamente cierro los ojos y bebo.

Sólo quiero estar solo, apartado de todo y de todos. Únicamente quiero que mi cuerpo se apague, que mi mente eche las cortinas al mundo y escuchar como mi corazón va poco a poco llorando lágrimas de páginas nunca escritas.

4.06.2010

Más allá de las palabras

¿Hay algo más allá de las palabras?

Hay cosas que no deben decirse. Palabras que sobran, que no son necesarias. Conversaciones que no hace falta tener con algunas personas.

Miradas, caricias, besos, abrazos... Esas cosas tan sencillas que sonsacan sonrisas hasta a la persona más triste. Esos pequeños actos que son universales, que deberían estar en cada una de las personas de este mundo de forma innata. Esas pequeñas felicidades que todos somos capaces de dar y recibir.

Si, hay algo más allá de las palabras.

4.04.2010

Canela cítrica

Ahí la tienes, con su impecable sonrisa.
Tan feliz, tan soñadora, tan infantil.
Ahí la tienes, con sus brillantes ojos.
Tan amable, tan cariñosa, tan frágil.
Ahí la tienes, con su enorme dulzura.

Ahí la tienes, con su extenuante prisa.
Tan voraz, tan ardiente, tan mortal.
Ahí la tienes, con su carmín rojo.
Tan puta, tan excitante, tan sensual.
Ahí la tienes, con su enorme amargura.



PD: Sed bienvenidos al principio del Apocalipsis.