12.06.2011

Esto es el mundo.

Mírame. Obsérvame detenidamente antes de intentar mantener una conversación conmigo. Analízame, hazte fuerte antes de romper a hablar. Me miras y sabes que no soy un tipo cualquiera. Sabes perfectamente que no voy a decirte lo que quieres oír. Tienes consciencia de que no voy a darte ninguna esperanza, ningún atisbo de positividad que pueda ser irreal. Conoces más que de sobra que voy a decirte cómo es el mundo sin ninguna caja de lápices cerca para colorear la realidad. Te voy a presentar, ante ti, no lo que quieres escuchar, sino lo que realmente debes comprender.




Esto es el mundo. Sin disimulos, sin tabúes. Sin falsedad ni engaño. Nadie más es capaz de mirarte a los ojos y mostrarte aquéllo que has de conocer: el mundo no es agradable, ni bonito. Es una asquerosa masa gigante en la que cada una de las personas que existen se mueven por puros intereses personales. Incluso yo. Incluso tú. Y hasta que no seas capaz de captar que en esta vida sólo gana el más fuerte, continuarás siendo esa persona débil y carente de significado. Este mundo es oscuro y hasta que tu alma no se adapte a él seguirás siendo un pobre infeliz.



Cualquiera puede ser encantador si no le importa mentir y decir todas las cosas estúpidas, obvias y nauseabundas que la conciencia suele reprimir en la mayoría de la gente. Por suerte, yo no tengo conciencia. Y las digo.

Dexter.


10.10.2011

A veces.

A veces me siento y miro alrededor. Respiro y analizo que sucede en la órbita que me rodea. Me aniquila ver como pasamos de un estado de euforia máxima a otro de absoluta indiferencia. A veces creo que soy yo, sólo yo el que realiza esos cambios. Sólo yo el que da el chispazo y provoca un cortocircuito en el sistema, el que atraviesa el puente entre lo óptimo y lo fatídico con un único salto. De tal forma que yo fuera el causante de la desazón del resto y de la mía propia. Es como si fuera el dolor punzante que quema a un cuerpo.

Y me siento culpable, pero sólo, como no, a veces. Quizás sólo cuando ese malestar repercute en mi propia persona, Si por el contrario volatiliza únicamente el alma del resto sin perjudicarme a mí, a veces me siento grande. Como si fuera capaz de tergiversar el estado de bienestar de ciertas personas. ¿Falta de ética? Totalmente. Pero eso es algo que ya reflexione hace mucho tiempo. La ética sólo para los niños y para las grandes personas. El resto no merece perdón ni compasión, de ningún tipo.

10.09.2011

Feliz silencio.

Que el silencio de mis palabras sólo sea una muestra de mi felicidad, porque como Rafael Lechowski cantaba "donde duele inspira".

9.04.2011

Rock me baby.

Tocar su pelo y notar que suda. Saber que cada músculo de su cuerpo está contraído. Escuchar sus palabras entre susurros. Mirar su piel morena y acariciar su suavidad. Sentir como su respiración es profundo, como sus suspiros llenan la habitación. Acariciar sus mejillas, percibir como arde. Oler su perfume y caer en la tentación que provoca. Rendirme ante su mirada y soñar. Sólo soñar.



Rock me baby, rock me all night long!

8.11.2011

No, pero sí.

No. Lo siento pero no. No soy tan guapo. Ni tan alto, ni tan simpático. No soy encantador. Tampoco estoy todo el día riendo. No, definitivamente no soy romántico. Pero tampoco soy el chico malo de las películas que te gustan. No llevo el pelo hacia un lado, ni visto con los pantalones por las rodillas.

Pero sí. Sí escucho al mismo artista que te vuelve loca. También consigo destapar sonrisas desde lo más mínimo que dices. Sí soy capaz de escuchar, y de crear una conversación que puede durar horas en la que jamás te aburrirías. Además, puedo crear si me dejas las miradas más profundas que jamás hayas experimentado. Incluso creo poder hacerte feliz.

Estos son mis pros y mis contras. No hace falta que hagas ninguna lista, ni que quemas tu cerebro buscando explicaciones. Esto es lo que soy, sin barreras ni adornos. Olvida todo lo que tengas en mente, cierra los ojos y disfruta de la banda sonora de tu vida. Y déjame estar ahí cuando llegue el momento. Tan solo fluye y disfruta el instante. Libérate.

7.15.2011

La cara B de Chinaski.

Me he cansado del follar por follar y tras leer a Bukowski, de forma incomprensible, siento la necesidad de amor. Me he cansado de esta cara o la otra, de estas tetas o aquéllas de allá. Estoy harto y voy necesitando a alguien a mi lado que me acaricie, me sonría y me haga feliz. Quiero dejar de ser un kamikaze para volver a ser un romántico. Que cosas... volver a aquéllo que un día detesté y dejé de lado. Así es el ser humano, un eterno retorno.

7.03.2011

Adiós Buenafuente.

Finaliza el mejor programa que la televisión ha tenido en muchos años y que ha dado al público dos grandes cómicos de la talla de Andreu Buenafuente y Berto Romero. Ha dado un papel más importante a una, para mí, genial Ana Morgade. Además, ha proporcionado un sin fin de personajes tales como la niña de Shrek, el Nen o el mítico Chikilicuatre. El programa ha permitido conocer de cerca a importantes personajes del ámbito nacional e internacional y ver como grandes músicos tocaban en su plató acompañados de la genial banda liderada por el bien dotado Joan Eloi.

Ahora, cada uno de los integrantes de este maravilloso programa tomará rumbos diferentes y en ocasiones compartidos, pero las noches no serán tan cortar a partir de ahora ni se llegará al sueño con la misma sonrisa en la cara. Es una lástima, porque siempre se van los grandes.





6.21.2011

Mi efímera verdad.

Hoy podría ser otro día cualquiera. Otro de esos en los que os cuento alguna historia, vosotros la leéis y valoráis su calidad. En realidad no tengo ganas de eso. Mi verdad, ahora mismo, es una rabia interna de una potencia incontrolable. Lo mejor de todo: no sé el motivo. ¿Posibles causas? Miles. Desde esa chica que inconscientemente necesito para hablar con ella aunque sea un `hola´hasta la imperiosa necesidad de entrenar a un equipo de baloncesto pasando por las impresionantes ganas de ver algo que realmente me llene por dentro.

Hoy, hoy me siento un extraño dentro de mí mismo. Como si una nueva parte de mí hubiera brotado de entre lo más oscuro de mi ser. Podría explicaros esto de una forma poética, literario o llamadlo como queráis. Ciertamente, hoy no me importan ni los adjetivos que le pongáis a mi texto. Hoy expreso lo que siento de la forma más natural, tal y como aflora de mi interior. Hoy, mis manos tan sólo son un tren de mercancías que lleva mis pensamientos de mi mente hasta este lugar escondido de la red de redes. No hay truco, ni estilismo catalogable que valga. Hoy soy yo desde el inicio hasta el fin, sin flores ni purpurina.

Así, hoy soy rabia, ganas de pelear, ira, enfado, pasión por el enfrentamiento, dolor, impotencia, cólera, indignación, furia, locura... Lo peor es que, quizá, cuando terminé de escribir esto y lo publique, cambiaré de parecer. Surgirá algo que transforme mi situación anímica. Pero eso es algo incontrolable por mí, en cierta medida. Aún así, sed bienvenidos a mi efímera verdad.

6.19.2011

Esto soy yo.

Soy cariño, fraternidad, amistad y calor. En otras ocasiones me defino por la frialdad, el distanciamiento y el enfrentamiento. Soy inteligencia, trabajo y perseverancia. Talento y esfuerzo. Otras veces, en cambio, soy estupidez, inexperiencia y vaguedad. Así, esto soy yo: soy opuestos que se complementan en un mismo cuerpo.

Con esta definición, creo considerarme alguien especial, que se salta la norma de lo general para intentar ser una persona única. Lo coloquial es definir a las personas como únicas y diferenciadas de todas. En cambio, la realidad es que podrían hacerse grupos específicos marcados por las características generales de las personas salvando ciertos rasgos únicos. Yo quiero desetiquetarme, ser ajeno a la caracterización que la sociedad hace de mí. Quiero mostrarme tal y como soy sin guardar relación alguna con lo que se presupone de mi persona. Conseguir saltar las fronteras que la sociedad me impone y ser quien yo quiero ser. Es difícil pero, bajo mi punto de vista, posible.

Admiramos a los genios científicos, a los deportistas de alto nivel, a los grandes literatos, a los sobresalientes actores de cine... ¿Por qué yo no puedo sobresalir como lo hacen ellos? ¿Qué me hace diferente de cada una de esas personas a las que veneráis y que alejáis del grupo de los normales? Pienso, ya que esto es una opinión subjetiva, que todos podemos llegar a alcanzar ese grado de divinización que sufren ciertos personajes. Lo que caracterizan a estas personas suele ser su talento. Bien, digamos que sí, creo en él. Pero no lo veo la mayor fuente de esa divinización que hablaba. Creo que el trabajo, la capacidad de sacrificio por mejorar en lo que uno desea surte más efecto en ese aumento de lo único que reside en nosotros que el propio talento. Porque al final, el trabajo crea el talento.

Por tanto, espero que todo eso que en el primer párrafo me definía pase a ser algo secundario. Mi objetivo es único, nunca mejor dicho, y esencial: trabajo. Sin él no obtendré nada, salvo cosas mundanas y carentes de placer para mí. Sin él, no conseguiré desetiquetarme. Sin él, no tendré la posibilidad de ser yo. En conclusión: quiero que mi potencia, entendida en el sentido que daba al término Aristóteles, aquello que yo quiero ser en realidad, se convierta en presente. Y eso, según entiendo yo, sólo tiene una vía de alcance: trabajo.






PD: andar descalza, no sé quién eres y no puedo comentarte en ningún sitio. Pero aquí tienes lo que querías, mi vuelta.

5.26.2011

Zen Master.

Nunca he escrito aquí sobre mi mayor pasión más allá de las mujeres: el baloncesto. Seguramente jamás volveré a escribir en este rincón sobre ello porque es algo que no trasciende sentimentalmente de la forma en la que aquí pretendo expresarme. Pero hace unas semanas se retiró una de mis mayores inspiraciones desde el banquillo: Phil Jackson. El maestro Zen, como es conocido, ha influido de una forma estratosférica en el baloncesto moderno. Fue quién llevó a Michael Jordan y sus Bulls a los seis anillos que obtuvieron en los noventa, así como los cinco anillos de los Lakers en los que se encontraban jugadores como Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Pau Gasol, Lamar Odom o Derek Fisher.

Jackson ha sido un punto de inflexión en el baloncesto moderno y el día que se escriba la historia del baloncesto norteamericano él será parte importante en ésta. Ha sido, es y será historia. Un miembro del Hall of Fame de pleno derecho, una institución mítica del baloncesto internacional.



El amor es la fuerza que despierta el espíritu y mantiene a los equipos unidos.

Phil Jackson

4.25.2011

Niñas divas.

¿El creerse diosas es puro arte para hacerse más importantes o de verdad creen ser así? De verás, que pena. Cuanta puta estrecha a la que le hace falta algo de sexo descontrolado para saber qué es la vida. Dejaos las tonterías de niñas divas y dedicaos a ser un poco personas, sólo un poco. Olvidaos del amor de vuestro príncipe azul, no vendrá. Olvidaos de caricias, miradas y te quieros, eso no volverá a suceder.

La adolescencia pasó. Bienvenidas a la edad adulta, espero que estéis preparadas.


4.22.2011

Deslízate.

Nos descomponemos en el continuo caos urbano. No paramos, corremos de aquí para allá, sin apenas tener un segundo para exhalar una dosis pequeña de oxígeno. Se agota la batería corporal a cada metro que avanzamos y no tiene tiempo de recuperación. Vivimos con el reloj marcando cada uno de nuestros pasos, desviando nuestra mirada a su segundero continuamente. Somos presos del tiempo, el cual nos enclaustra en una inexorable cárcel de rutina.

¿Qué tal si cambiamos el código diario y marcamos nuestro tempo? ¿Qué tal si olvidamos la costumbre moviéndonos a nuestro ritmo? Será mejor que caminemos por la vida a nuestra velocidad. Deslizándonos por nuestro propio sendero, a nuestra manera. Olvidémonos de todo, bailemos al son que imponen nuestros latidos.

3.16.2011

Encaje negro.

Abrió los ojos y pudo ver el techo blanco de la habitación. Se sintió protegido, abrazado entre almohadas y sábanas. Escuchó como una puerta se cerraba y se incorporó sentándose en el borde de la cama, justo al final de ésta. Las sábanas negras caían por sus pies hasta el suelo. La puerta de la habitación quedaba justo enfrente de la cama, sirviendo de vía de escape a los sueños que surgían de su inconsciente cada noche.

El largo pasillo ocultaba las formas bajo la sombra de la noche. A lo lejos, el contacto de algo puntiagudo sobre el cálido parqué de la casa hacía estremecer el ambiente. Una silueta humana se acercaba lentamente, deteniendo su corazón. Cuando la tenue luz que proyectaba la lámpara de la mesilla alcanzó la extraña forma que avanzaba hacia él, apareció ella.

Sobre unos negros tacones de vertiginosa altura, sus piernas caminaban hacia donde él estaba sentado. Su piel pálida, del color del jazmín, iluminaba la habitación. Lo único que ocultaba las mayores intimidades de su cuerpo era una mínima ropa interior de encaje negro. Sobre los tirantes de su sujetador caía una larga melena negra, el flequillo casi ocultaba su mirada pero sus ojos verdes brillaban en la lúgubre habitación. Su rostro terminaba por relucir con sus carnosos labios pintados con carmín rojo. El contraste de color que se creaba en su cuerpo era sencillamente sofocante.

Mientras ella continuaba acercándose, su ritmo cardíaco aumentaba paulatinamente. A cada centímetro que ella avanzaba, subían diez pulsaciones de su corazón. Cuando ella se sitúo a escasos centímetros, su cuerpo comenzó a sentir el calor que se desprendía de aquella perfecta feminidad. Ella posó sus dedos índice y corazón sobre su clavícula derecha ejerciendo la fuerza suficiente para recostarlo sobre la cama. Colocó cada rodilla al lado de su cadera, colocando sus vientres uno encima de otro. Ella se reclinó sobre él, dejando sus ojos frente a frente. Aquella penetrante mirada se clavó en su alma, paralizando el tiempo, resquebrajando el universo.

Lo que ocurrió a continuación... puro misterio.


3.04.2011

Humanimal.

Desgarró cada segmento de su piel por cada uno de los segundos de rabia que le había inyectado en vena. Pisoteó sus testículos hasta convertirlos en fluido líquido corporal. Desmembró de sus manos todos los dedos, falange a falange, haciéndolo sufrir. Arrancó sus ojos de las cuencas de forma pausada, sosegada, infringiendo dolor en cada nervio de su cuerpo.

Y para el final, dejó la mejor parte de todas. Clavó las uñas en su pecho y lentamente perforó las capas de su piel. Penetró entre la tercera y cuarta costilla como si su mano fuera una feroz garra dispuesta a atravesar hasta el mismísimo adamantio. Lo acarició con la yema de los dedos durante cinco o seis segundos y, sin un ápice de nerviosismo en sus ojos, arrancó su corazón con una fuerza sobrenatural.

Dejó el corazón descansando en sus manos, en alto, como venerando algo que por fin obtenía tras el desesperante paso del tiempo. Lo miró a la cara y vio como lentamente dejaba de fluir la sangre por su cuerpo. Estaba perdiendo la vida en cada inhalación de aire que pretendía efectuar para continuar vivo. Poco a poco, como si se tratará del anochecer del Sol, sus órganos vitales dejaron de funcionar y su mirada quedó en blanco, perdida en la eternidad del terror. El crepúsculo de su vida había llegado y él la había arrebatado vilmente, él era el autor de aquella genial obra de arte.

Miró el corazón que aún sostenía en su mano y sonrío. Había vengado cada instante de sufrimiento que aquél hombre le había hecho padecer. Se sentó en una silla frente al cuerpo desgarrado, mirando a través de la ventana la noche tormentosa y oscura. Dejó que aquel corazón dejará de latir. Era el fin de su venganza y el comienzo de una nueva era. Por fin era libre y se sentía como un auténtico monstruo dispuesto a desbordar toda su furia. En aquel preciso momento, se sentía un híbrido entre hombre y animal, una bestia con raciocinio capaz de generar miedo en los ojos ajenos, capaz de morder el cuello de la muerte y sobrevivir.

2.23.2011

Cuerpo y mente.

Se sentó en aquel lugar sabiendo que lo que a continuación iba a ocurrir era una auténtica locura. Ella no era libre y él sentía el suficiente miedo como para no disfrutar al cien por cien lo que iba a suceder. Contrariamente a lo que sucede generalmente, todo fluyó desde el principio. Los dos ardían en los mismos deseos y, en ese preciso instante, nada les impedía ser dos cuerpos prendidos en el fuego más sofocante jamás conocido por el hombre. Nada salvo aquel pequeño gran detalle sobre su libertad. Sucedió lo que tenía que suceder, lo que ambos habían demandado anteriormente con roces y miradas. Pero, ¿cuál era el precio moral de aquello que hacían?

Acabó la mañana entre acción, besos y placeres. Ella volvió donde le correspondía y él camino hasta casa. Su cabeza comenzó a resquebrajarse en mil pedazos preguntándose si lo que había hecho era o no lo correcto. En ese momento, comenzó una ardua discusión entre el placer corporal y la conciencia humana. La respuesta correcta a todo era demasiado compleja, como una extensa telaraña de pensamientos y sentimientos.

Finalmente, decidió acabar con esa locura en un arrebato de moral humana, intentando así dominar su cuerpo a través de su mente. La cuestión es si, cuando esté a escasos centímetros de ella y su cuerpo, será capaz de dominar al placer.

2.21.2011

Musicalité.

Una buena amiga, me dijo un día que existía una canción para cada momento que se vivía. Llevaba demasiada razón. Da igual si estás feliz o triste, alegre o melancólico, lleno de ira o calmado. No importa qué, cómo, dónde, ni cuándo. Siempre hay una canción para ese preciso instante.

Empecé con ZZ Top, Sinnead O'Connor, Enrique Bunbury, Eric Clapton y B.B. King de la mano de mi padre y el equipo de música de casa. Seguí creyéndome un auténtico revolucionario y aprendiendo apartados pequeños de la vida al ritmo de SFDK, Frank-T, Chojin, Nach, Eminem y Brother Ali. Salí de mi esfera de pantalones anchos y sudadera de la mano de Isaac Hayes, Aretha Franklin, David Porter, Al Green y Otis Redding. A través de todo lo anterior llegué a cantautores como Ivan, Alex Ferreira, Ismael Serrano, Quique González, L.A. o Red Russian para después tirarme a la música electrónica de la mano de David Guetta, Justice y Daft Punk. Ah, se me olvidaba mi etapa de rockero de la mano de Linkin Park, Korn, The Offspring, Limp Bizkit y clásicos como Nirvana, Guns N' Roses o Queen.

Miles de etapas que se resumen en centenares de cantantes y grupos y miles de canciones. Ahora, por suerte o por desgracia, soy un hervidero continuo de música. No sé salir de casa sin música y no sé estar en casa sin música. Seguramente sea una genial enfermedad que me hace caminar por los senderos de la vida con una extensa musicalidad. No sé sobrevivir sin música. Porque para mí, cómo dijo Nietzsche: "Sin música, la vida sería un error."

Así que, por favor, no paren la música...



2.14.2011

"De la brevedad de la vida" - Séneca

Hoy no soy yo, pero como si lo fuera. Lucio Anneo Séneca, filósofo romano del siglo I d.C., va a decir algo que probablemente yo lleve demasiado tiempo intentando decir. Es un texto que pertenece a su obra "De la brevedad de la vida". Sólo espero que lo disfrutéis tanto como lo hice yo cuando lo descubrí.

III

Ciento o más años te agobian; pues bien, llama a cuentas a tu existencia; computa qué porción de este tiempo se te llevó el acreedor; qué porción la amiga, qué porción el rey, qué porción el cliente, qué porción tomaron las charlas con tu mujer, qué parte la corrección de los esclavos, qué parte las caminatas por la ciudad en cumplimiento de los deberes de la cortesanía; añade a esta suma las enfermedades que tú mismo provocaste; añade el tiempo que sin provecho discurrió, y verás cómo tienes más pocos años de los que cuentas. Haz memoria de cuántas veces perseveraste en el propósito, de cuántos días transcurrieron con la destinación que les asignaste, de cuándo sacaste provecho de ti mismo, de cuándo tu rostro mantuvo una tranquila dignidad, de cuándo tu alma no sucumbió a la cobardía, de cuántas obras terminaste en tan largo plazo de vida, dé cuántos te la defraudaron sin que tú sintieses la pérdida, cuánto de ella te restó el dolor vano, la necia alegría, la codiciosa avidez, la conversación complaciente, y cuán poco se te dejó de lo que era tuyo. Entonces comprenderás que tu muerte es prematura.

¿Cuál es la causa de todo esto? Que vivís como si tuvierais que vivir siempre; que nunca os viene a las mientes la idea de vuestra fragilidad; que no medís el tiempo que ya ha transcurrido; lo perdéis como si tuvierais un repuesto colmado y abundante, cuando, por ventura, aquel mismo día de que hacéis donación a un hombre o a una cosa, será para vosotros el último.

VIII

Acostumbro maravillarme de ver cómo algunos piden tiempo, y que aquellos a quienes lo piden son muy fáciles en darlo. Unos y otros hacen caudal de aquello por lo cual piden el tiempo, pero ninguno hace caudal del tiempo mismo. Pídase como nadería y como nadería se da; se juega con la cosa más preciosa del mundo; y lo que engaña es ser el tiempo incorporal, que no impresiona la vista, y por eso se le tiene por cosa despreciadísima, o mejor, de valor nulo.

Nadie restituirá los años, nadie te los devolverá. Seguirá su camino la edad y no modificará su dirección ni atajará su andadura; ningún ruido hará, ni te dará aviso de su velocidad; avanzará con pies de fieltro. Ni mandato real ni favor del pueblo pondrán su meta más lejos; correrá con la misma prisa con que el primer día se lanzó a la carrera; no se equivocará, no se detendrá. ¿Qué pasará? Que tú estarás descuidado y la vida se apresurará y luego se presentará la muerte a cuyo poder, lo quieras o no, serás entregado.


Y ahora, ¿estáis dispuestos a perder vuestro precioso tiempo?


2.09.2011

¿Madurez o locura? Pene.

Hablo con diferentes mujeres y me pregunto a mí mismo que quiero de una chica. Creo que cada día doy más valor al divertimento, al placer y a la locura. Pero en el fondo, o no tan en el fondo, sé que en realidad quiero a una chica madura, estable y alejada de niñerías.

Pero lo más real de todo esto es que siempre odié los prototipos. Así que, al final, decidirán millones de cosas menos mi corazón, como mis prejuicios o mi pene. ¿Y dicen que somos distintos de los animales? No demasiado...


2.07.2011

El miedo es libre.

Llevo un tiempo escuchando de voz de una persona mayor que "el miedo es libre". Al principio me hacía sonreír, sin más. Después pensé a qué podía tener miedo una persona de su edad. Vinieron a mi cabeza demasiadas ideas y todas eran respondidas por la mismas palabras, esas que decían que con tantísimos años a la espalda estas personas no tienen miedo a ciertas situaciones que seguramente han vivido ya en primera persona. Su experiencia les hace poseer una respuesta rápida ante ciertos hechos.

Pensando me pregunté que si algo debía causar temor en ellos, debería ser algo que ninguno había experimentado. La respuesta, fácil y sencilla pensé después, era la muerte. Me pregunto cómo debe ser el devenir de los días cuando llegas a cierta edad. Supongo que comenzarás a preguntarte cuánto queda para afrontar ese momento y si está próximo. Las enfermedades hoy día son un canal que puede dar respuestas a la pregunta del cuándo, pero la medicina confunde estas respuestas con curas pasajeras. Probablemente pensar en el momento de marchar para una persona de avanzada edad debe ser horroroso aunque en ocasiones servirá para recordar momentos del pasado, huellas imborrables dejadas en familiares y amigos. A pesar de estos lapsus de recuerdos, debe ser terrible saber que cada día están más cerca de morir.

Finalmente, me puse en mi propio pellejo. Es un tema que siempre me ha asustado, que me ha horrorizado muchas noches hablando conmigo mismo. Supongo que todos tenemos un momento para morir condicionado por millones de variables y ninguna casualidad. Siempre lo he creído así, el destino tan sólo es un conjunto de decisiones que nosotros mismos tomamos o que toman otros acerca de nosotros. Nada es casual, todo está determinado. Y nuestro momento llegará cuando tenga que llegar, sin previo aviso y, sinceramente, creo que así es mejor. Fijar una fecha para tu defunción te hace hacer cosas que quizás jamás harías sin saber cuánto queda para morir. Lo que si tengo claro, es que deseo que sea rápido e indoloro. Bastantes lágrimas se derrochan a lo largo del camino como para que en la despedida sigan desbordándose gotas de dolor.

Muerte. Una palabra tan simple y envuelta en un interminable conjunto de misterios y penas. El miedo es libre, sí, pero seamos sinceros, la muerte es uno de esos miedos que nos persigue cada día inconscientemente y que va evolucionando in crescendo en nuestra conciencia a medida que pasa el tiempo hasta que, de forma inesperada, el temor se convierte en realidad. Y fin, se acabó la partida.

El miedo es libre y precisamente uno de estos miedos, la muerte, acaba liberándonos totalmente.

2.05.2011

Smiles before sleep.

Hay días en los que crees que es mejor no levantarse. Hoy era uno de esos días. Cada pequeño detalle desconcertante te saca de lugar, cada situación mínimamente desfavorable te hace estar malhumorado. Te fijas en todas cosa que está fuera de su sitio, en cada una de las decisiones con las que no estás de acuerdo. Es un continuo enfado personal que aumenta progresivamente, acumulando en tu cabeza cada problema anterior.

Y cuando ves que tu día va a acabar mal, aparece alguna persona que te ilusiona. Esa persona que te ilumina por dentro con dos simples palabras y que te hace reír. Eabout:homesa persona que te hace ir a dormir con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de un día pésimo. Esa persona que incomprensiblemente ha convertido tu día gris en una noche llena de color y musicalidad. Esa persona que consigue que tus pensamientos sobre la almohada antes de dormir sean felices, esa misma que envuelve tu halo de preocupación en un mosaico de sonrisas y te hace soñar una noche más.

2.03.2011

¿Enamorarse y ser feliz?

Dos y media de la mañana, vuelvo a trasnochar. Y a pensar.

Estaba hablando con una amiga, se ha enamorado. Se siente feliz, dispuesta a luchar por cada ápice de amor. Me he alegrado y... he sentido envidia. Hace tiempo que no hace parada por mi estación el tren del amor. Ciertamente, me apetece que vuelva a pasar. Quiero volver a sentirme complementado por alguien, volver a tener un bonito motivo con el que despertar cada mañana. Hacía tiempo que venía detestando el amor y toda su esfera de parafernalia romántica pero, fíjate, como cambian las cosas. No sé, me apetece que alguien vuelva a hacerme volar.

Pero, es el eterno dilema que envuelve la esfera del amor. ¿Enamorarse para sufrir? La experiencia es un grado y son demasiadas las caídas cuando te sientes el amo del mundo, cuando crees estar en la cima de la vida y acabas, en pocos segundos, en el ambiente desolado del Tártaro. El reflexionar me crea demasiadas dudas acerca de si merece la pena o no volver a intentar ciertas cosas cuando el pasado te ha dado tantos palos.

Posiblemente, vuelva a caer. Tal y como todos volvemos a caer, porque la mejor forma de evitar una tentación es caer en ella y... sí, el amor es una gran tentación. Va siendo hora de actuar, de encontrar a una persona que me haga feliz. Sí, he dicho encontrar, no buscar. Los años me han demostrado que las mejores cosas de esta vida vienen de repente, sin buscarlo. Y eso es lo que voy a hacer, esperar tranquilamente, tomando un café y leyendo algún libro mientras escucho alguna buena canción. Para ganar, hay que jugar, así que juguemos una partida con el amor. Sin miedos ni prejuicios, sólo por placer.

PD: estoy aficionándome a escribir en primera persona y es algo que odio, pronto cambiará.


2.02.2011

Luces y sombras.

Tres y cuarto de la mañana. Definitivamente creo que soy un viejo perro abandonado al que le gusta deambular por las horas iluminadas por la Luna. Le perdí la partida al día y ahora mi alma sobrevive entre sombras y luces. La paz que acompaña a las estrellas tranquiliza mi ser, apacigua mi rabia. Los segundos que marca el despertador son, en muchas ocasiones, el único sonido que acompaña a los latidos de mi corazón. Silencio... preciado tesoro, necesaria arma de la mente. Con el paso de los años mi vida se ha convertido en un binomio de personalidades entre el día y la noche. En la luz actúo, en la sombra pienso. He perdido el miedo a todo en el plano público, excepto a pensar. Esa parcela humana se la reservo a la noche y a sus acompañantes. No sé si por miedo o por prudencia, aunque probablemente sea sólo por placer. Maldito hedonismo...