11.22.2010

Sigo siendo el mismo.

Mismos errores del pasado. Mismas estupideces del ayer. El mismo tonto tropezando una y otra vez en la misma piedra.

El día que consiga decir "hasta aquí" y cambiar hasta ser la persona que realmente quiero ser, será un sueño hecho realidad. El de hoy puede que sea un punto de inflexión que me lleve a tomar ese camino. Tengo ganas de ser quien deseo ser, sin peros ni complicaciones. Sólo ser yo y no arrepentirme de lo que he hecho la hora anterior. Quiero hacer las cosas sin temor a equivocarme, sin presión por las consecuencias del posible error.

Y lo haré.

11.15.2010

Hoy me apetece llorar.

Hoy me siento como una mierda entre muñecos de carne y sudor. Es uno de esos días en los que las cosas no es que no salgan bien, es que salen fatal. Si el día tiene veinticuatro horas yo llevo veinticuatro pésimas horas cagándola una vez tras otra, creo que es récord. Es uno de esos días en los que realmente no merece la pena levantarse. Es como si la ley de Murphy se me hubiera tatuado en la frente y debiera cumplirse segundo a segundo.

Por otro lado creo que ya iba siendo hora de tener un día de estos. Llevaba mucho tiempo con un estado de ánimo bueno y ya eran demasiados baches pequeños. Es como si todo lo malo se hubiera ido acumulando en mi mente y ha tenido que explotar hoy. Es como si hoy nada ni nadie fuera capaz de hacerme sonreír.

Supongo que mañana será otro día y espero que no otro día igual.







Y si la vida es un instante, hoy quiero olvidar que existo...

11.02.2010

Divina debilidad.

Bien lo sabes: ese demonio cobarde que llevas dentro a quien complace juntar la manos y cruzar los brazos, y sentirse más cómodo. Ese demonio cobarde te dice: ¡Existe un Dios!

-Friedrich Nietzsche

El miedo nos hace débiles y cuando esto sucede buscáis algo tras lo que salvaguardaros. La muerte aniquila la valentía del ser humano, desmorona la fuerza vital de cada persona. Es en esos momento cuando el rezo a una divinidad se convierte en vuestra única salvación. Da igual el nombre: Yavhé, Ala, Buda... Farsas destinadas a fortalecer la mente del hombre débil. La incapacidad para seguir adelante ante las adversidades os hace resguardaros tras el manto sagrado de algún dios. Burdas invenciones para paliar vuestras cobardías.

Es más fácil aguardar arrodillado al borde de la cama, rezando para que el curso de algo tome el buen camino. Es más sencillo ser conformista, cruzarse de brazos y confiar en que algún ente sobrenatural consiga solucionar todos vuestros problemas. Es más cómodo escudarse en alguna venenosa religión.

Valiente engaño estúpido.
Imbécil divina debilidad.