2.07.2011

El miedo es libre.

Llevo un tiempo escuchando de voz de una persona mayor que "el miedo es libre". Al principio me hacía sonreír, sin más. Después pensé a qué podía tener miedo una persona de su edad. Vinieron a mi cabeza demasiadas ideas y todas eran respondidas por la mismas palabras, esas que decían que con tantísimos años a la espalda estas personas no tienen miedo a ciertas situaciones que seguramente han vivido ya en primera persona. Su experiencia les hace poseer una respuesta rápida ante ciertos hechos.

Pensando me pregunté que si algo debía causar temor en ellos, debería ser algo que ninguno había experimentado. La respuesta, fácil y sencilla pensé después, era la muerte. Me pregunto cómo debe ser el devenir de los días cuando llegas a cierta edad. Supongo que comenzarás a preguntarte cuánto queda para afrontar ese momento y si está próximo. Las enfermedades hoy día son un canal que puede dar respuestas a la pregunta del cuándo, pero la medicina confunde estas respuestas con curas pasajeras. Probablemente pensar en el momento de marchar para una persona de avanzada edad debe ser horroroso aunque en ocasiones servirá para recordar momentos del pasado, huellas imborrables dejadas en familiares y amigos. A pesar de estos lapsus de recuerdos, debe ser terrible saber que cada día están más cerca de morir.

Finalmente, me puse en mi propio pellejo. Es un tema que siempre me ha asustado, que me ha horrorizado muchas noches hablando conmigo mismo. Supongo que todos tenemos un momento para morir condicionado por millones de variables y ninguna casualidad. Siempre lo he creído así, el destino tan sólo es un conjunto de decisiones que nosotros mismos tomamos o que toman otros acerca de nosotros. Nada es casual, todo está determinado. Y nuestro momento llegará cuando tenga que llegar, sin previo aviso y, sinceramente, creo que así es mejor. Fijar una fecha para tu defunción te hace hacer cosas que quizás jamás harías sin saber cuánto queda para morir. Lo que si tengo claro, es que deseo que sea rápido e indoloro. Bastantes lágrimas se derrochan a lo largo del camino como para que en la despedida sigan desbordándose gotas de dolor.

Muerte. Una palabra tan simple y envuelta en un interminable conjunto de misterios y penas. El miedo es libre, sí, pero seamos sinceros, la muerte es uno de esos miedos que nos persigue cada día inconscientemente y que va evolucionando in crescendo en nuestra conciencia a medida que pasa el tiempo hasta que, de forma inesperada, el temor se convierte en realidad. Y fin, se acabó la partida.

El miedo es libre y precisamente uno de estos miedos, la muerte, acaba liberándonos totalmente.

2 comentarios:

  1. La muerte. Un tema sobre el que todos tenemos algo que decir.
    Y te diría mil cosas... pero no es el lugar adecuado, tal vez algún día salga el tema en privado. Por aquí sólo te comentaré que conocía a una persona que nunca pareció tener ese miedo, todos los meses lo ingresaban unos días, y la última vez que lo ingresaron se despidió de su vida antes de subir al coche.
    Creo que cuando no tenemos fuerzas para seguir lo sabemos. Y que no es buen asunto el vivir con miedo a morir.
    Pero bueno, ya sabes que yo soy muy feliciana, y además con algunos temas demasiado sentimental.

    El miedo es libre para actuar sin nosotros, pero siempre puedes plantarle cara.

    Un beso Lucas!

    ResponderEliminar
  2. Como dijo mi amado Sabina: "la muerte es sólo la suerte con una letra cambiada".

    ResponderEliminar