Es una sensación tan irreal como placentera. Es una manera increíble de ser feliz flotando sobre la suave tela de la mentira. Y es aquí donde entra un gran dilema existencial: ¿verdad o felicidad? La respuesta es demasiado bipolar y variante. Depende del día, la hora, el clima, el lugar, las personas, los sentimientos, los pensamientos, lo que bebes y comes, la ropa que llevas puesta y un sin fin de variables.
Pero hoy, a las 3.44 de la madrugada de un precioso 28 de agosto, me siento indestructible. Siento que el mundo es mío.
asi me gusta positivismo por delante :)
ResponderEliminarme encanta la cancion y me has echo sentirme la dueña del mundo jajajaja
un besete!
A veces es mejor ser feliz engañandonos a nosotros un poco jajaja pero bueno, oye, por qué no? no somos dueños del mundo pero si del nuestro propio...es bueno manejarlo de tal manera que nos haga ser felices^^
ResponderEliminarUn beso!=)
Estoy con Anna, aunque no es del todo bueno apartarse de la realidad.... que luego el desengaño será mayor... pero por un ratito.... ^^
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