Como cada verano, vuelvo a los malos vicios. Y es que me encanta acostarme a las cinco o las seis de la mañana. Haciendo lo que sea: viendo una serie, leyendo, intentando aprender, escribiendo, dibujando... Es genial. Siempre lo he dicho y siempre lo diré: a partir de las doce de la noche sale lo mejor que hay en mí. Es como si desde esa hora en adelante todo fuera más bonito y mi cabeza más creativa. Como si de repente le pegara una patada a lo usual y todo fuera mucho más surrealista.
Que agradable es caminar sobre la alfombra roja de la inspiración.
Hola, oye me gusta mucho, que bien como escribes da gusto con personas así eh
ResponderEliminarTe sigo, Visita mi blog! =)
Un beso ^^
http://espejismosdelalma-relatos.blogspot.com/
pues si es muy agradable, a mi tambien me pasa a veces y eso no son malo vicios eh :)
ResponderEliminarun beso