2.23.2011

Cuerpo y mente.

Se sentó en aquel lugar sabiendo que lo que a continuación iba a ocurrir era una auténtica locura. Ella no era libre y él sentía el suficiente miedo como para no disfrutar al cien por cien lo que iba a suceder. Contrariamente a lo que sucede generalmente, todo fluyó desde el principio. Los dos ardían en los mismos deseos y, en ese preciso instante, nada les impedía ser dos cuerpos prendidos en el fuego más sofocante jamás conocido por el hombre. Nada salvo aquel pequeño gran detalle sobre su libertad. Sucedió lo que tenía que suceder, lo que ambos habían demandado anteriormente con roces y miradas. Pero, ¿cuál era el precio moral de aquello que hacían?

Acabó la mañana entre acción, besos y placeres. Ella volvió donde le correspondía y él camino hasta casa. Su cabeza comenzó a resquebrajarse en mil pedazos preguntándose si lo que había hecho era o no lo correcto. En ese momento, comenzó una ardua discusión entre el placer corporal y la conciencia humana. La respuesta correcta a todo era demasiado compleja, como una extensa telaraña de pensamientos y sentimientos.

Finalmente, decidió acabar con esa locura en un arrebato de moral humana, intentando así dominar su cuerpo a través de su mente. La cuestión es si, cuando esté a escasos centímetros de ella y su cuerpo, será capaz de dominar al placer.

2 comentarios:

  1. Simplente precioso.

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  2. Dominar el cuerpo a través de la mente. ¿Hay algo más complicado?
    Acabo de leer tu relato y me ha encantado. Aquí tienes una nueva seguidora, un saludo

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