4.22.2011

Deslízate.

Nos descomponemos en el continuo caos urbano. No paramos, corremos de aquí para allá, sin apenas tener un segundo para exhalar una dosis pequeña de oxígeno. Se agota la batería corporal a cada metro que avanzamos y no tiene tiempo de recuperación. Vivimos con el reloj marcando cada uno de nuestros pasos, desviando nuestra mirada a su segundero continuamente. Somos presos del tiempo, el cual nos enclaustra en una inexorable cárcel de rutina.

¿Qué tal si cambiamos el código diario y marcamos nuestro tempo? ¿Qué tal si olvidamos la costumbre moviéndonos a nuestro ritmo? Será mejor que caminemos por la vida a nuestra velocidad. Deslizándonos por nuestro propio sendero, a nuestra manera. Olvidémonos de todo, bailemos al son que imponen nuestros latidos.

4 comentarios:

  1. Baila, que esclavo que baila es libre.

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  2. Hay movimientos mecánicos ¿hasta que punto somos libres?

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  3. lo complicado es encontrar el ritmo adecuado, no olvidarnos de vivir por el camino..
    bailemos, o intentémoslo al menos
    :)

    (me apunto el twitter!)

    muas

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  4. que razon que tienes, habra que cambiar ese codigo diario

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