6.07.2010

Aprender del ayer.

El secundero devora ferozmente mi vida a cada segundo que atrapa con sus garras. El rechinar del mecanismo imparable del tiempo resquebraja mi cerebro. Doy por supuesto que luchar contra lo invencible es estúpido, intentar ganar a lo inquebrabtrable es utópico. El devenir del tiempo es incotrolable e imposible de detener. Pero quizás no sea tan demente añorar el ayer, intentando arañarle al recuerdo sonrisas del pasado. Quizás no sea tan absurdo aprender de los errores anteriores. Y es que detesto a los que olvidan su pasado de la misma forma que la arena del desierto escapa sobre la mágica alfombra del viento. Porque el tic tac corre y nos hace, en ocasiones, desesperar en un mundo imaginario de sueños que nunca llegaron a vivirse. Pero también ayuda a no tropezar de nuevo con las mismas piedras que han lastrado nuestro camino.


No seamos estúpidos, aprendamos del ayer.

3 comentarios:

  1. "Pero quizás no sea tan demente añorar el ayer, intentando arañarle al recuerdo sonrisas del pasado."
    Brindemos por Mañana.

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  2. En serio, muy bueno.

    Chin chin.

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  3. Justo igual que yo.
    Tengo la suerte de compartir afición con amigos que van al conservatorio y lo tocan. Me pasan jazz de qualité. Lo que pasa es que lo tengo todo almacenado y siempre lo escucho en reproducción aleatoria sabes?

    Aún así, cuando empecé a escucharlo descubrí a estos que, personalmente, creo que molan un puñado para situaciones de arrane y sucedáneos:

    http://www.youtube.com/watch?v=E4kc0Aby2vA

    ;)

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